Ante los incendios forestales suscitados desde el 28 de agosto de 2024 en los sectores de; Garupamba, Santa Rosa del cantón Nabón; Chacahuyzho, La Caparina y Mollacachi del cantón Oña; y en el cerro San Pablo del cantón San Fernando, Jota Lloret Valdivieso, prefecto de Azuay, denunció este lunes 2 de septiembre en la Fiscalía General del Estado, a los presuntos causantes de los flagelos.
En las tres denuncias se resalta las consecuencias generadas por los incendios: en Nabón hasta el momento se afectó aproximadamente 550 hectáreas de flora y fauna. Según información de moradores, dicho incendio habría dado inicio en el presunto predio de la familia Ávila.
En Oña se afectó 512 hectáreas por el flagelo iniciado presuntamente en un terreno ubicado en el sector de Tardel y San Jacinto. Por último, en San Fernando se consumió 100 hectáreas, fuego que habría iniciado en la presunta propiedad de la familia Mongue.
Lloret señaló que, la finalidad de presentar las denuncias es para que se hagan las investigaciones necesarias, y se dé con el paradero de quienes causaron este delito contra el ambiente y la naturaleza. “Lo que buscamos es generar conciencia en las personas para respetar nuestros bosques, no motivar incendios que afectan a toda una población”.
El dato: el artículo 246 del Código Integral Penal señala: “Incendios forestales y de vegetación.- La persona que provoque directa o indirectamente incendios o instigue la comisión de tales actos, en bosques nativos o plantados, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años. Si estas quemas se vuelven incontrolables y causan incendios forestales, la pena será de tres a seis meses, y si se produce la muerte de una o más personas, se sancionará de 13 a 16 años”.