La Prefectura de Azuay ejecuta el mejoramiento del sistema de riego Cañas Bravas-Paute/Chicán, con una conducción de 13 kilómetros; obra que promete transformar la agricultura en la región. Este proyecto tiene como objetivo central la optimización del sistema de riego existente en la zona, beneficiando a más 350 familias de las comunidades de Copzhal, Aguas Blancas, Carlos Ordoñez y Tutucán, situadas en la parroquia de Chicán, cantón Paute.
Este sistema de riego cuenta con un caudal total autorizado de 37.649 litros por segundo y se ha instalado una tubería de PVC de 200 mm de diámetro que se extiende a lo largo de 1.200 metros. Adicionalmente, se han adquirido 900 tubos de PVC de 200 mm para la línea de conducción principal, la cual conectará con la construcción de un reservorio. Desde este reservorio, se han dispuesto tuberías de 110 mm y 160 mm de PVC que se dirigen al módulo más extenso de Tutucán. El proyecto incluye talleres de fortalecimiento organizativo en temas social, productivo y ambiental.
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, que se estima que concluya en marzo de 2024, la Prefectura de Azuay invierte $279.404, la Junta de Riego, aporta con $83.381 es decir, el proyecto total tiene la inversión de $362.786.
El prefecto, Jota Lloret conoció el avance de obra de este sistema de riego, donde participó con la comunidad en una minga de colocación de tubos de PVC. “Para mí es un gusto compartir con ustedes este trabajo, recorrer por estas preciosas montañas desde donde se captada el agua; quiero felicitarles porque son ustedes quienes van a llevar el líquído a sus comunidades”, destacó Lloret.
El presidente de este sistema de riego, Luis Cajisaca, agradeció al Prefecto por su trabajo en favor de las comunidades beneficiarias de esta obra. “El esfuerzo de cada uno de ustedes ha valido, y estamos avanzando para llevar el agua a nuestras parcelas. Es duro el trabajo de cargar los tubos, pero aquí estamos, gracias a su apoyo señor Prefecto”, comentó.
A su vez, Jhoana León, en representación de las mujeres regantes de Cañas Bravas, agradeció la voluntad “de cristalizar este proyecto que por muchos años estuvo en espera”. Enfatizó que todos tienen el deber de cuidar el agua, ya que han sufrido tanto por su escasez en la zona y que ahora renace la esperanza de contar con una buena producción agrícola y ganadera.