“La historia se escribe con amor por nuestra tierra, y tiene esas mismas limitaciones del amor”
Galo Ramón Valarezo
Historiador
El archivista es el responsable del tratamiento adecuado a la documentación a fin de que se convierta en una evidencia fiel del pasado, es decir, un recurso de información accesible para las futuras generaciones. Un historiador, investiga a través de diferentes métodos y técnicas para explicar el pasado, siendo la base de investigación las evidencias documentales de un archivo. David Sánchez entendió que la satisfacción personal de un historiador está en la posibilidad de aportar en el cuidado del patrimonio e identidad de los pueblos, ciudades y países. A nivel mundial los principios archivísticos iniciaron en los años 80 con varios autores europeos y posteriormente, en Ecuador en los años 80 surgió la necesidad de reglamentar la gestión documental, sin embargo, aún no terminan de condensarse.
David Estuardo Sánchez Ramírez nacido en la ciudad de Loja, con 31 años de edad, desde niño quiso ser historiador. Su gusto nació por la admiración a Pío Jaramillo Alvarado y Benigno Malo. Tempranamente tuvo acercamiento con las obras literarias de la campaña de lectura Eugenio Espejo. Se leyó novelas como Cumandá, La Emancipada, A la Costa, Polvo y Ceniza, entre otras novelas históricas. Las referidas obras le inspiraban a pensar en cómo eran esas ciudades, costumbres, la sociedad civil y política; en definitiva, el contexto histórico. “Mi imaginación volaba pretendiendo entender los contextos de la época de 1940”, puntualiza el coordinador del área de Archivo de la Secretaría General del Gobierno Provincial del Azuay.
El sueño de David Sánchez se cristalizó en la Universidad de Cuenca en la carrera de Ciencias de la Educación Historia y Geografía. “Del 2008 al 2012 el historiador y catedrático Juan Chacón hizo todo el esfuerzo para generar una cultura archivística en la Universidad de Cuenca a través de la carrera relacionadas con la gestión documental, en la que se formaron un grupo de profesionales, pero no trascendió esta carrera para más promociones. Se intentó adherir a la malla curricular de la carrera de Historia y Geografía asignaturas de Gestión Documental, pero eso no fue suficiente por la falta de interés de la Universidad y ausencia de cultura archivística”.
El primer acercamiento de Sánchez con el área de Archivística fue en el proceso de las prácticas de 60 horas, en su tiempo como estudiante de la Universidad de Cuenca bajo la guía del archivista Luis Sinchi, quién se encargó del fondo acumulado de la Universidad de Cuenca. Aunque la propuesta fue todo un éxito, solo contó con el interés de dos docentes del área de historia de la Universidad.
Concluida esta experiencia profesional, en el 2014 regresó a su tierra natal, Loja, donde participó en el Proyecto de Archivo Histórico del Municipio de Loja, el cual, poseía los documentos históricos, eclesiásticos y jurisdiccionales del cabildo de Loja de los siglos XVII al XX de la ciudad y su Provincia. Sánchez se encargó de transcribir una parte de la documentación, con motivos de conservación de la misma. “No se consideraba el escaneo de los archivos históricos porque se corría el riesgo de dañarlos. Los archivos antiguos deben ser considerados como un bien delicado, el cual, debe ser conservado acorde a la humedad, temperatura, ubicación y todo cuanto refiere a cuestiones técnicas”, puntualizó el coordinador del área de Archivo de la Secretaría General del Gobierno Provincial del Azuay.
Tras dos años de trabajo continuó sus labores en el Archivo de la Universidad de Cuenca, tiempo por el cual, participó en el levantamiento del archivo de dicha institución y luego optó por radicarse en la ciudad de Quito para empezar su maestría presencial en Historia, en la Universidad Andina Simón Bolívar. Dedicó su investigación, para su ciudad natal Loja, con el nombre de “Elecciones en el corregimiento de Loja 1813-1814”; un estudio sobre historia de las elecciones, en este contexto temporal, desde una mirada histórica-política.
A nivel país, un grupo importante de profesionales integran la Asociación de Historiadores, sin embargo, también hay otros profesionales que realizan sus estudios en este campo. En el caso de la ciudad de Loja, se puede mencionar un puñado de historiadores jóvenes, un hecho que evidencia la importancia de ellos para resguardar la memoria e identidad de nuestros pueblos.
La ciencia como tal es una forma de acercamiento para explicar el pasado, e interpretarlo para comprender los procesos históricos que permitan identificar los escenarios políticos-geográficos y sus coyunturas. Bajo este contexto, se puede comprender la memoria y la identidad de la sociedad actual. “Los instrumentos para conocer el pasado son los documentos, una ventana a la memoria escrita de un pueblo o localidad. Estos documentos requieren de una interpretación, conservación, tratamiento y difusión que únicamente lo hace el profesional de la Archivística”.
Cuenca fue la ciudad que le permitió formarse como Historiador
Para el año 2020 David Sánchez regresa a la Atenas del Ecuador para asumir el reto profesional como Coordinador del área de Archivo del Gobierno Provincial del Azuay. En la academia, en los predios de la Alma Máter, tuvo la oportunidad de conocerse con la socióloga Cecilia Méndez Mora, quien en calidad de Prefecta del Azuay, lo llamó a hacer equipo.
Desde el año 2020 hasta la presente fecha, David Sánchez se ha encargado de la gestión documental logrando en tan corto período la creación de un reglamento interno, cuadros de clasificación documental, elaboración de inventarios, conformación de tabla de plazos de conservación documental, entre otros instrumentos de gestión documental. “Había vacíos en las políticas de gestión documental sin desconocer el trabajo hecho con anterioridad, pero la política de Archivos y el reglamento del 2021 son las bases fundamentales de la gestión documental de cualquier institución pública”.
Considera la posibilidad de que las ciencias humanas, específicamente los historiadores, sociólogos, etc. podrían desaparecer frente al desinterés por la lectura y el cuidado del patrimonio
Lamentablemente si podría desaparecer porque a nivel país solo dos universidades tienen formación de tercer nivel en esta área: la Universidad de Cuenca y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y no todos los jóvenes tienen la posibilidad de salir a Quito y Cuenca para estudiar. La carrera de Historia y Geografía de la Universidad de Cuenca ha cambiado de concepto y de nombre, se llama Pedagogía de las Ciencias Sociales y eso tiene mucho que connotar. “Las ciencias humanas están en retroceso y quizá eso representa un peligro a diferencia de las ciencias sociales que pueden mantenerse un tiempo más, sin que eso no signifique que puedan extinguirse por el desinterés de las generaciones actuales en temas de lectura y sentido del cuidado del patrimonio cultural”.
Tenemos joyas archivísticas en el Gobierno Provincial del Azuay, ¿podríamos precisarlas?
La antigüedad de la Institución es reciente en lo que refiere a términos históricos, la documentación más antigua de la institución data del año de 1946, año en el estaban en proceso de consolidación los Consejos Provinciales. Contamos con un volumen significativo de las actas de los Consejos Provinciales y de antes de su funcionamiento; en el que constan las primeras necesidades de las comunidades, las temáticas de atención como Vialidad, Riego y Desarrollo Agrícola; problemáticas y acciones para posibles soluciones para la población. A partir de esos conocimientos se puede tomar acciones futuras para el desarrollo de la provincia.
En 1967, la Prefectura desarrolló actividades más específicas para la ruralidad, en el contexto de aquella época.
Podría referirnos alguna experiencia positiva de su trabajo en el Gobierno Provincial del Azuay
Una de las circunstancias muy curiosas, es que no se termina de entender cuándo nace la Prefectura del Azuay, no hay un documento que narre este hecho; lo que existe es el documento más antiguo que explica cómo se eligieron los Consejeros Provinciales. “Esto expresa dos hechos importantes, primero, que en el Gobierno Provincial del Azuay no se tiene claro la historia de su creación; no hay un documento que lo determine y en segundo lugar, la desmemoria, que nos impulsa y nos reta a luchar por el debido cuidado de los archivos y de los documentos históricos.
Entonces, ¿cómo surge la fecha de provincialización del Azuay?
No existe un documento oficial, acta o resolución en la que se defina la fecha de provincialización del Azuay; más bien su celebración obedece a una fecha, que surge de la división de la Gran Colombia allá por los años de 1824, varios años antes de que el Ecuador exista como una república independiente.
La provincialización del Azuay ¿qué actores la definieron?
Un Comité de Celebraciones, allá por la década de los 70 a 80, cuyos miembros vivían en la ciudad de Cuenca y fueron destacados intelectuales, escritores y otros autores. Desde entonces, celebramos una fecha simbólica.
¿Qué aspiraciones tiene una vez que culmine su gestión en el Gobierno Provincial del Azuay?
Culminar una segunda maestría que curso en Archivística y Sistemas de Gestión Documental de la Universidad Andina Simón Bolívar y emprender un proyecto académico de formación en Archivística, impulsando una carrera de tercer nivel en las ciudades de Cuenca y Loja. El camino lo dejó aperturando el catedrático Juan Chacón y ahora hay que retomar la necesidad de intervenir como docente a fin de compartir las experiencias vividas en las instituciones públicas fortaleciendo las buenas prácticas de gestión documental.
Usted, se siente satisfecho con su gestión
Estoy satisfecho con el trabajo realizado pese al corto tiempo de gestión, quedan las bases para fortalecer las políticas de gestión documental. Existe un inventario, que sigue en proceso y está acorde a la normativa archivística y que servirá como base para la nueva administración. “La Ley orgánica de cultura determina que 50 años de antigüedad es la base temporal para determinar que un documento se convierte en histórico, solo los profesionales en archivística pueden dar dicha valoración, lo que significa, seleccionar y determinar qué documento puede ser eliminado o conservado”.