El prefecto del Azuay Jota Lloret Valdivieso firmó a finales del año 2023 un convenio con el Ministerio del Interior para fortalecer la seguridad en el Azuay, lo que implica 30 motos entregadas, cinco portales de seguridad, mientras que la rehabilitación del UPC de Tamarindo se encuentra en marcha.
(Los nombres y ubicaciones se mantienen en reserva por seguridad)
Son las 06:00 y el policía Andrés B. se levanta a preparar un café cargado y caliente. Se sirve una taza casi llena, humeante, junto a una rebanada de pan y un jugo preparado con las frutas que cultiva en los huertos de un cantón azuayo.
Recorre silencioso los pasillos de su casa con su bebida en manos ahora un poco tibia. Se pone unas botas negras de cuero, un pantalón de tela, chaleco antibalas y un casco.
Este hombre robusto, de mirada dura y sonrisa afable, sale airoso y decidido a cumplir con un día más de la misión que a su juicio vino a cumplir en el mundo: proteger la vida de los demás con fuerza y convicción.
Andrés B. nació en el norte del país, pero aceptó con entusiasmo el pase al Azuay para continuar su carrera de Policía al servicio de la seguridad de la provincia.
Él está a cargo de la distribución y asignación de las motos al personal policial para el combate diario de la delincuencia y la protección de los habitantes.
Las 30 motocicletas fueron entregadas por la Prefectura el 10 de enero del 2024 a la Policía Nacional con el propósito de fortalecer la seguridad de los azuayos, una acción que forma parte de la estrategia integral que implementa la institución a fin de salvaguardar la integridad de la ciudadanía en todo sentido.
Si bien no es una competencia de la entidad, el prefecto Lloret se había comprometido en apoyar y articular con todas las instituciones del Estado, pues una de sus más grandes preocupaciones es la seguridad de las azuayas y azuayos.
Con más de tres años de servicio, Andrés se inclinó por esta profesión de alto riesgo por una vocación muy desarrollada en él: proteger al habitante en peligro cualquiera sea la circunstancia.
Las motos, de marca Honda tipo todo terreno, son claves para prestar auxilio de manera inmediata debido a su versatilidad, rapidez y fuerza, lo que hace más fácil la intervención ante situaciones adversas.
A diferencia de los patrulleros, este vehículo permite un acceso más fácil a barrios peligrosos, rincones o sitios remotos, lo que permite una intervención oportuna en procura de proteger la integridad de la gente, una de las prioridades de la gestión del prefecto Jota Lloret.
Por ello, asimismo, la Prefectura lleva a cabo la construcción de cinco portales de seguridad y la readecuación del UPC de Tamarindo, Molleturo, el primero de una serie de UPC que se mejorarán durante este año.
“Detrás de cada uniforme hay un corazón valiente y una vocación de servicio inquebrantable”, dice Andrés con emoción, al tiempo que cuenta que cada mañana se encomienda a Dios para regresar con vida a su departamento, en donde la soledad le espera para descansar hasta un nuevo día de acción.
La historia de Luis
En otro cantón del Azuay está el policía Luis, otro patriota convencido de su espíritu de servicio por el bienestar de la gente.
Si el ritual de Andrés al apenas levantarse es prepararse un café caliente, el de Luis es encomendarse a la Virgen del Cisne, o La Churona como él le dice, luego de despertar alrededor de las 05:00 de cada día.
Luego su día inicia a bordo de una de las 30 motos entregadas por la Prefectura rumbo a proteger a un segmento de la población que necesita de él y de la Policía más que nunca: los adolescentes y sus familiares, dado que su tarea junto un grupo de compañeros es cuidar las inmediaciones de colegios y escuelas de la localidad.
Luis comenta saberse agradecido con las instituciones que colaboran y apoyan con su contingente para la causa de la seguridad, como es el caso del prefecto Jota Lloret, quien además de las motos ha apoyado con guantes, cascos, balizas y sirenas para fortalecer las labores de patrullaje.
Para contrarrestar y apoyar a esta dura crisis de inseguridad que atraviesa la provincia, la región y el país, desde el mes de diciembre de 2024 la Prefectura construye cinco portales de seguridad al ingreso del Azuay: Tamarindo – Cuenca; Sarayunga – Pucará; Guangarcucho – Cuenca; Chaquillcay – Gualaceo; y en el límite provincial, en el cantón Oña. Estas estructuras permitirán identificar las placas vehiculares y los rostros de las personas sospechosas.
“Para un policía que vive de frente el cruce de balas y el enfrentamiento, es reconfortante ver que las autoridades se preocupan por apoyarnos”, dice Luis, oriundo de Loja y al servicio del Azuay en estos momentos de su vida.
Elvira Suqui, ama de casa de 45 años, comentó que los moradores de las parroquias están dispuestos a colaborar con la Policía Nacional en la lucha contra la inseguridad. “Los barrios debemos organizarnos para ayudar a los policías (…) Esa también es nuestra responsabilidad”, agregó.
Las motos entregadas hace más de un año, la construcción de los portales de seguridad con tecnología de punta y la readecuación de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Tamarindo supone una inversión que supera los USD. 798.000, y forman parte de un plan de seguridad estratégico para el Azuay y resto de provincias vecinas.
La Prefectura del Azuay lleva a cabo acciones sistemáticas con el objetivo de salvaguardar la integridad de los habitantes de la provincia en todo sentido y en todo momento. En ese contexto, la permanente articulación interinstitucional es un aspecto relevante.