Desde su visión como servidor público asume que uno de los principios de este sector es servir a la gente con compromiso y responsabilidad, porque a partir de ello, se solucionan las necesidades de la gente y se puede aportar para que una persona decida quedarse y no migrar.

Fabián Zúñiga Moscoso de formación académica Sociólogo trabaja como Responsable en el Departamento de Desarrollo Productivo y Comunitario del Gobierno Provincial del Azuay-GPA. Nació en la comunidad de San Antonio de la parroquia Cutchil del cantón Sígsig, su niñez la vivió bajo el calor de su familia de agricultores, entre huertos y animalitos, desde temprana edad aprendió a ganarse la vida para aportar a la economía familiar.
Su etapa colegial la realizó a distancia en el colegio Monseñor Leonidas Proaño del cantón Gualaceo, al que asistía los fines de semana, mientras combinaba trabajo y estudio, ante esta realidad comenta: “En la familia siempre hemos sido un equipo, para mí nunca ha sido una obligación aportar en la casa, esa ha sido nuestra forma de vida”.
Su acercamiento con la Sociología
Fabián comenta que su conexión con la gente, siempre estuvo presente, por ello al optar por una carrera en la universidad se inclinó por la Sociología, porque a través de ella podría estar aún más cerca en la comprensión de las necesidades sociales de su gente.
Relación laboral
Su vinculación con el Departamento de Desarrollo Productivo y Comunitario de la Prefectura del Azuay se da en noviembre del 2020. Así también, por un pedido especial de la Prefecta de la Provincia, se hace cargo de la zona de Molleturo, declarada por la Cámara Provincial como zona de atención prioritaria por los problemas limítrofes que mantiene con la provincia del Guayas.
Producto de la convivencia y el trabajo diario con la población de Molleturo desarrolla programas, proyectos y actividades encaminados a fortalecer los emprendimientos y cadenas productivas. Bajo esta mirada, se mejoran los procesos de producción a través de la capacitación. “En la zona costera de Molleturo se cultiva una de las mejores variedades de cacao fino de aroma, reconocido a nivel internacional gracias a la riqueza de sus sabores”.
A partir de ello, el Gobierno Provincial del Azuay, junto a otros proyectos productivos, se ha proyectado en cumplir con el sueño de la población, que es la construcción de un centro de acopio para el secado y venta del cacao. Actualmente, el centro de acopio tiene un avance de obra del 80%. “Este centro beneficia a nueve comunidades de la zona y a más de 50 productores. A través de procesos de capacitación se impulsa un modelo de cultivo agroecológico”, refiere nuestro entrevistado.


El servicio público
Desde su visión como servidor público asume que uno de los principios de este sector es servir a la gente con compromiso y responsabilidad, porque a partir de ello, se solucionan las necesidades de la gente y se puede aportar para que una persona decida quedarse y no migrar. “Con proyectos y oportunidades en territorio una madre puede generar una mejor economía para su hogar. Mi reto ha sido salir de la zona de confort y desde mi formación profesional aportar al desarrollo de la gente de la ruralidad”.
Está consciente que el trabajo en territorio se alcanza al conectarse con la realidad rural. Los conocimientos obtenidos en la academia han sido importantes, pero de nada sirven si no se conectan en el territorio, por ello desde su experiencia desea que la próxima administración continúe con proyectos enfocados en mitigar el impacto ambiental, que trasciendan a la transición agroecológica y fortalezcan los circuitos cortos de comercialización.
Al estar a puertas de fenecer la administración de la socióloga Cecilia Méndez Mora precisa: “Soy agradecido con la provincia porque me permitió llegar al territorio en esto dos años y medio, por conectar con la gente de la zona rural, esto me ha permitido aprender y aprender mucho de ellos”.
Su sentimiento de gratitud también va dirigido a la Socióloga Cecilia Méndez Mora, Prefecta del Azuay, quien fue su profesora en la universidad y ante ello, se despide diciendo:
“A través de pequeñas redes se van tejiendo cercanías. La señora Prefecta valoró mis capacidades y me permitió ser parte de la historia en el desarrollo de mi provincia. Gracias”.